martes, 3 de noviembre de 2009

Uno.

Pensé equivocadamente que podia conocerte.

Podia mirarte y tocarte y marcharme sin recordarte, a ti, que eres todos a la vez, a vosotros que sois uno, al fin y al cabo; las mismas manos, la misma palabra, el mismo sexo.

Al pasar por tí solo me encontré a mí.

Sí. Me gustaría tanto, tanto, tanto verte ahora
y marcharme después.
Y volver a empezar.
Y pensar, y dudar.
Nostálgica, cansada, trágica.
y resucitar de mis cenizas, como un fénix renovado,
y volver a caer en tu boca, como un gatito cansado.